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El gran juego de la geopolítica económica: ganadores y perdedores

El gran juego de la geopolítica económica: ganadores y perdedores

27/11/2025
Yago Dias
El gran juego de la geopolítica económica: ganadores y perdedores

La geopolítica económica vive un momento de transformación sin precedentes, donde las alianzas se forjan y se rompen al ritmo de intereses estratégicos.

En este escenario, conocer los actores, las estrategias y las consecuencias se vuelve imprescindible para anticipar oportunidades y mitigar riesgos.

La configuración de nuevos ejes de poder redefine acuerdos comerciales, inversiones y la seguridad económica en cada continente.

Un nuevo mundo tripolar

Tras la era de la hiperglobalización, 2025 ha marcado el inicio de un sistema tripolar en el que confluyen tres grandes polos de poder.

Esta reorientación global no solo implica cambios en el volumen de comercio, sino también en la naturaleza de las relaciones entre Estados y empresas.

Los flujos de capital se vuelven más selectivos, priorizando la seguridad estratégica y la resiliencia sobre la mera rentabilidad.

  • Estados Unidos y sus aliados: Unión Europea, Japón, Corea del Sur, Canadá y Australia mantienen sólidos lazos comerciales y estratégicos.
  • China y sus aliados: Rusia, parte de los BRICS y numerosos países en desarrollo con alta dependencia tecnológica o financiera.
  • Grupo neutral y oportunista: Brasil, India, México y otros actores que buscan negociar con ambos bandos para maximizar sus beneficios.

Este entramado se define como un sistema tripolar con bloques, donde surgen nuevas dinámicas de colaboración y confrontación. Estrategias de friend-shoring y de-risking reorientan las inversiones hacia zonas de confianza, reduciendo la exposición a riesgos geopolíticos.

Motores y riesgos del reordenamiento global

La tensión entre Estados Unidos y China es el principal eje de esta reconfiguración. Ambos optan por políticas proteccionistas, restricciones tecnológicas y subsidios masivos a industrias clave.

La competencia en sectores clave —semiconductores, inteligencia artificial, biotecnología y tecnología cuántica— condiciona el acceso a innovación y define quién marcará las reglas en la próxima década.

Además, los conflictos abiertos en Ucrania y Oriente Medio, junto a sanciones y barreras comerciales, fragmentan rutas tradicionales y crean corredores alternativos. Este proceso de cadenas globales de valor fragmentadas impulsa a economías emergentes como México y Vietnam a posicionarse como centros de manufactura alternativos.

El desacoplamiento tecnológico (decoupling) conlleva riesgos sistémicos de suministros interrumpidos, lo que presiona a gobiernos y empresas a crear reservas estratégicas.

La volatilidad de los mercados y las sanciones multilaterales pueden desencadenar crisis regionales con impacto global.

Ganadores y perdedores en el nuevo tablero

Comprender quién sale beneficiado y quién queda rezagado es clave para diseñar estrategias corporativas y de política pública.

  • Ganadores:
    • Países con programas de nearshoring efectivos como México y Vietnam que atraen flujos de inversión creciente.
    • Exportadores de recursos estratégicos y críticos como Brasil, Australia y Sudáfrica.
    • Empresas tecnológicas, aeroespaciales y de energías renovables con acceso a capital y talento especializado.
  • Perdedores:
    • Economías muy dependientes de cadenas de valor largas que ven su producción relocalizada.
    • Naciones emergentes endeudadas, expuestas a fluctuaciones del dólar y a cambios en las tasas de interés.
    • Consumidores globales, castigados por costes estructurales más altos derivados de aranceles y logística compleja.

Estos patrones de ganadores y perdedores no son estáticos; pueden modificarse según cambien las políticas, la evolución de conflictos y los avances tecnológicos.

Impacto macroeconómico y tendencias

La fragmentación económica modifica las proyecciones de crecimiento, inflación e inversiones.

El FMI proyecta un crecimiento del 2,1% para España en 2025, gracias al turismo y al sector servicios, aunque persisten desequilibrios estructurales que requieren atención.

La desaceleración del comercio interbloques podría recortar el PIB mundial en decenas de miles de millones de dólares a medio plazo.

Sin embargo, la intensificación de los vínculos intra-bloque puede compensar parcialmente dichas pérdidas y fortalecer la cohesión regional.

Estrategias y recomendaciones adaptativas

Para enfrentar este entorno de incertidumbre, es vital adoptar tácticas que refuercen la resiliencia corporativa y nacional.

  • Implementar gestión de riesgos geopolíticos mediante análisis continuo y diversificación de proveedores.
  • Fortalecer la economía de la seguridad con inversiones en infraestructuras críticas y capacidades de ciberdefensa.
  • Explorar alianzas flexibles y regionales que fortalezcan bloques como la ASEAN, Mercosur o pactos interbloque.
  • Monitorear la competitiva carrera tecnológica global y optimizar cadenas de suministro con criterios de sostenibilidad.

Además, es crucial establecer mecanismos de alerta temprana y equipos multidisciplinares que fusionen datos económicos con análisis de inteligencia geopolítica.

La colaboración público-privada se presenta como un pilar para diseñar políticas industriales robustas y adaptadas al nuevo contexto.

Los inversores deben combinar análisis macroeconómico con inteligencia geopolítica, identificando sectores con alto potencial y exposiciones mínimas.

El futuro del gran juego económico

La pugna por el control del dólar y el surgimiento de sistemas de pago alternativos desafían la hegemonía financiera tradicional. Al mismo tiempo, los bancos multilaterales emergentes buscan ofrecer vías de financiamiento independientes.

El dominio de la tecnología y la competencia por recursos naturales críticos y estratégicos marcarán el ritmo en las próximas décadas. Europa, América Latina y África deben construir estrategias propias, basadas en sus fortalezas y en una visión colaborativa.

La evolución de instituciones como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII) y el Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS muestra cómo los polos emergentes construyen alternativas al sistema financiero occidental.

Conclusión: adaptarse para ganar

El gran juego de la geopolítica económica presenta retos y oportunidades sin precedentes. Entender las dinámicas tripolares, identificar ganadores y perdedores, y adoptar medidas proactivas permitirá afrontar este cambio con visión estratégica y flexibilidad.

Solo aquellos que integren perspectivas globales con análisis locales estarán en posición de convertirse en protagonistas de esta nueva era.

Referencias

Yago Dias

Sobre el Autor: Yago Dias

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