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El ocaso del dólar: ¿hacia una nueva moneda dominante?

El ocaso del dólar: ¿hacia una nueva moneda dominante?

16/10/2025
Bruno Anderson
El ocaso del dólar: ¿hacia una nueva moneda dominante?

La fortaleza del dólar atraviesa un periodo de profunda reconfiguración global.

Situación de partida: hegemonía actual del dólar

Desde mediados del siglo XX, el dólar estadounidense ha ejercido un papel central en la economía mundial.

Tras la Segunda Guerra Mundial, el sistema de Bretton Woods consagró al billete verde como principal reserva de valor a nivel global. Hoy, los bancos centrales mantienen cerca del 60% de sus reservas en dólares, lo que les confiere a EE. UU. ventajas de financiamiento a bajo costo y un significativo poder geopolítico.

El predominio del dólar se refleja no solo en las reservas, sino también en la denominación de materias primas estratégicas y en los sistemas de pago globales, como SWIFT.

La caída reciente del dólar (2024-2025)

Durante los últimos meses, el billete verde ha registrado su mayor debilitamiento en décadas.

Desde comienzos de 2025, su valor se ha depreciado entre 10% y 11% frente a una cesta de monedas, alcanzando niveles mínimos desde 2022. Esta corrección, aunque no implica un colapso, plantea interrogantes sobre la durabilidad de su estatus de refugio seguro.

  • Datos económicos débiles en EE. UU.: incremento del desempleo y señales de recesión tras la gran caída bursátil de abril de 2025.
  • Políticas proteccionistas y arancelarias: propuestas de gravámenes del 10% a la mayoría de importaciones que han mermado la confianza inversora.
  • Presiones sobre la Fed: expectativas de recortes y cuestionamientos sobre su independencia frente a presiones políticas.
  • Fragilidad fiscal: deuda/PIB cerca del 130% y emisión récord de bonos, con rebajas de rating por Moody’s.
  • Alternativos como refugio: revalorización del oro y del bitcoin, superando los 126.000 dólares por unidad.

Tendencia estructural: desdolarización gradual

A largo plazo, muchos países han iniciado estrategias para reducir la exposición al dólar.

El Fondo Monetario Internacional señala un creciente interés por monedas “no tradicionales” como el dólar australiano, el won surcoreano o la corona sueca. Rusia, por ejemplo, llegó a tener casi un tercio de sus reservas en renminbi.

  • Reducción paulatina de la proporción de reservas en dólares.
  • Incremento en tenencias de oro y divisas regionales.
  • Creación de líneas swap entre bancos centrales para crisis de liquidez.

Actores clave y nuevos competidores

Varios bloques y economías emergentes impulsan activamente alternativas al dólar.

  • BRICS: plantean instrumentos financieros conjuntos y una posible moneda regional.
  • China: con el CIPS y acuerdos bilaterales para liquidar en yuan.
  • Eurozona: refuerza el euro como divisa de reserva y busca mayor autonomía frente a SWIFT.
  • Oro y criptomonedas: se consolidan como refugios frente a la volatilidad del dólar.

Escenarios futuros: sustitución vs sistema multipolar

Frente al declive relativo del dólar, surgen dos grandes narrativas sobre el futuro orden monetario:

1. Sustitución única: una moneda (euro o yuan) toma el relevo completo del dólar. Requiere elevadas reformas económicas y políticas, así como una sólida arquitectura financiera internacional.

2. Sistema multipolar: varias divisas comparten el rol de reserva, comercio y liquidación de materias primas, reduciendo el peso del dólar sin desplazarlo totalmente. Este escenario implica mayor diversidad y colaboración en infraestructuras de pago.

Ambos caminos presentan desafíos. La moneda única de reemplazo exige confianza global y profunda integración económica. La opción multipolar requiere coordinación entre poderes emergentes y tradicionales, así como inversión en tecnologías de pago alternativo.

Para gobiernos e inversores, es fundamental:

  • Estudiar la diversificación de portfolios y reservas en múltiples divisas y activos.
  • Monitorear indicadores macroeconómicos de EE. UU. y de bloques emergentes.
  • Apostar por infraestructuras fintech que faciliten intercambios en monedas no dominantes.

En este contexto, la adaptabilidad será clave. La transición hacia un nuevo orden monetario puede representar riesgos, pero también oportunidades para diseñar un sistema financiero más equilibrado y resiliente.

La historia está en marcha: la evolución del dólar no solo define la geopolítica y el comercio, sino también el futuro económico de empresas, instituciones y ciudadanos de todo el mundo.

Referencias

Bruno Anderson

Sobre el Autor: Bruno Anderson

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