En 2025, la inteligencia artificial ha dejado de ser solo una tendencia tecnológica con gran impacto para convertirse en una fuerza macro sistémica que redefine la economía global. Desde la medición del PIB hasta las cadenas de suministro, todo se ve sacudido por algoritmos de aprendizaje automático.

Este artículo explora cómo aprovechar oportunidades de crecimiento en empresas, mercados financieros y para el inversor minorista, con datos, casos de uso, palancas de rentabilidad y riesgos clave.

La IA como fuerza macroeconómica

Según el Instituto de Finanzas Internacionales, la IA impulsa un impacto económico de la IA valorado en 4,4 billones de dólares de PIB mundial en 2024, con proyecciones que alcanzan 19,9 billones en 2030. Esto la consolida como la nueva infraestructura básica comparable a la electrificación o Internet.

La adopción masiva de IA afecta crecimiento, precios, decisiones de política económica y estructuras productivas. Gobiernos y reguladores ya preparan marcos y normativas para adaptar la regulación financiera y laboral a esta revolución algorítmica global.

Inversión corporativa: intensidad y retorno

Las grandes empresas están liderando una ola de inversión en proyectos IA sin precedentes. Tres estudios clave muestran:

• El 61% de las empresas aumentará su inversión en IA en 2025 (IBM).
• El 67% incrementa el gasto en IA, pese a desafíos éticos y de talento (ManpowerGroup).
• El 85% de las compañías españolas ya invierte o planea invertir en IA (KPMG).

Sin embargo, el retorno de la inversión (ROI) a corto plazo varía. Solo el 39% de las empresas españolas afirma un ROI positivo en IA, frente al 47% global. Aun así, el 77% declara avances notorios en estrategia IA y el 45% asume retornos más lentos en favor de la innovación.

La infraestructura en la nube y el código abierto se han convertido en pilares técnicos. El 33% de los responsables de TI en España basa más de la mitad de sus soluciones IA en arquitecturas de código abierto.

Desafíos y riesgos empresariales

La inversión sin un marco sólido de gobernanza puede fracasar. Según KPMG, los principales frenos a la integración de IA son:

Para superarlos, es esencial crear Oficinas de Inteligencia Artificial, invertir en talento y adaptarse al futuro AI Act europeo, que exigirá cumplimiento estricto desde agosto de 2026.

Productividad e impacto real

El Barómetro Global de IA en el Empleo de PwC muestra que los sectores con alta exposición a la IA multiplican casi por cuatro el crecimiento de ingresos desde 2022. Además, los beneficios medibles en productividad e ingresos por empleado aumentan de forma sostenida.

Un caso práctico: una empresa de servicios financieros que automatiza su back-office con IA puede procesar un 60% más de transacciones con el mismo equipo y ofrecer recomendaciones de inversión personalizadas, elevando sus ingresos por trabajador.

Oportunidades en mercados financieros

En el S&P 500, los “siete magníficos” de la IA concentran el 35% de la capitalización bursátil y el 70% de las rentabilidades desde 2023. Sin embargo, la brecha de valoración podría ajustarse con el tiempo.

• Amazon: PER de 48x a 35x, +46% de rentabilidad anual.
• Nvidia: ingresos de 4.000 M USD en 2014 a 61.000 M USD en 2024, +207% en 12 meses.
• Las 10 mayores empresas del índice invierten más del 40% de su I+D.

Para el inversor, orientar la cartera hacia las megacaps de IA ofrece altas expectativas de crecimiento, aunque conviene diversificar para mitigar riesgos de valoración excesiva.

Estrategias para el inversor minorista

El inversor individual puede aprovechar esta tendencia de varias formas:

• Comprar fondos temáticos de tecnología IA.
• Invertir en ETFs que sigan a las principales megacaps.
• Seleccionar empresas medianas con alta exposición a IA.

Es vital establecer criterios de selección claros: grado de adopción de IA, guía de ingresos futuros y solidez financiera. De esta forma, integrar bien en procesos tu estrategia te acercará a resultados consistentes.

En resumen, la IA deja de ser un nicho para convertirse en la columna vertebral del crecimiento global. Empresas, mercados y minoristas tienen ante sí una ventana única de inversión que, con datos y enfoque, puede traducirse en ganancias reales y sostenibles.