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Inflación global: ¿un fantasma del pasado o una amenaza constante?

Inflación global: ¿un fantasma del pasado o una amenaza constante?

06/10/2025
Giovanni Medeiros
Inflación global: ¿un fantasma del pasado o una amenaza constante?

La inflación ha reaparecido con fuerza en los últimos años, despertando miedos y expectativas. Este artículo explora su trayectoria, sus causas y el debate sobre su futuro.

Evolución histórica y antecedentes recientes

La era posterior a la pandemia y el conflicto en Ucrania marcó un repunte significativo entre 2021 y 2023. Durante este periodo, el FMI reportó cifras históricas de inflación global en economías avanzadas y en desarrollo.

En 2022, la inflación promedio alcanzó un 7.3% en países desarrollados y un 9.5% en naciones emergentes, muy por encima del 2% de referencia usado como meta de estabilidad.

Desde entonces, las presiones inflacionarias han empezado a moderarse, aunque permanecen por encima de los objetivos en varias regiones, lo que mantiene el tema en la agenda de bancos centrales y gobiernos.

Datos actuales y proyecciones para 2025

De cara al cierre de 2025, el FMI proyecta una inflación global de 2.5% en economías avanzadas y 5.5% en economías en desarrollo. Estos valores apuntan a una convergencia gradual hacia metas más saludables, pero con heterogeneidad notable.

En junio de 2025, la OCDE registró un 4.2% interanual, frente al 4.0% de mayo, destacando a Turquía con un 35% y a Suiza y Finlandia cerca del 0%.

Para la zona euro, los datos de junio y julio de 2025 mostraron un nivel estable próximo al 2%, con una desaceleración en servicios (3.1% en julio vs. 3.3% en junio).

Causas y factores estructurales

La inflación actual es resultado de diversos elementos convergentes:

  • Choques de oferta por pandemia y tensiones geopolíticas, como la invasión rusa a Ucrania.
  • Volatilidad en los precios de la energía, con caídas recientes pero subidas abruptas ante conflictos.
  • Aranceles y barreras comerciales que se trasladan gradualmente al consumidor.
  • Presiones salariales que mantienen persistente la inflación subyacente.

Las políticas monetarias también han jugado un rol crucial. Tras subir tasas agresivamente desde 2021, varios bancos centrales planean moderar incrementos, buscando mantener expectativas ancladas y evitar espirales.

Impactos regionales y sectoriales

Los efectos de la inflación varían según la dinámica local y el peso sectorial:

  • En EE.UU., la inflación subyacente persiste en niveles elevados; JPMorgan estima un PCE al 4.6% anualizado en el tercer trimestre de 2025.
  • La eurozona se acerca a metas, con señales de pausa en su política monetaria y presiones salariales moderadas.
  • Mercados emergentes como Brasil, México y Colombia exhiben tendencias de desinflación y recortes de tasas, aunque casos como Argentina (39%) y Turquía (35%) siguen rezagados.
  • En Asia, Japón mantiene una inflación acumulada moderada desde 2020, mientras China roza el cero y otras economías muestran subidas moderadas.

La inflación de alimentos se situó en 4.6% en la OCDE, mientras la energía volvió a valores positivos en junio de 2025 tras meses a la baja.

Proyecciones y riesgos futuros

El debate central es si la inflación es un fantasma del pasado o una amenaza que vuelve con fuerza ante nuevos choques. La mayoría de economías avanzadas parece encaminarse a niveles estables, pero:

  • Las tensiones geopolíticas pueden reavivar la presión de precios.
  • Un repunte de aranceles o nuevas fallas en la cadena de suministro podría desatar nuevos episodios inflacionarios.
  • La independencia de los bancos centrales y la confianza en sus políticas serán determinantes.

Lecciones aprendidas y reflexiones finales

El ciclo inflacionario 2021-2025 deja varias enseñanzas clave:

Es evidente que los choques externos y la calidad institucional definen la capacidad de respuesta. Aquellos países con bancos centrales independientes y marcos fiscales sólidos han logrado controlar más rápido la inflación.

Sin embargo, el fantasma de nuevas subidas de precios nunca desaparece completamente. La volatilidad en energía, los conflictos y la evolución de las cadenas globales mantienen viva la posibilidad de que la inflación resurja con fuerza.

Conclusión

La inflación global transita un momento de moderación, pero sus raíces estructurales y los riesgos latentes exigen vigilancia constante. Lejos de ser un recuerdo del pasado, la inflación se presenta como una amenaza permanente que requiere políticas coordinadas, resiliencia institucional y la capacidad de anticipar nuevos choques externos.

Giovanni Medeiros

Sobre el Autor: Giovanni Medeiros

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