Home
>
Economía Global
>
La nueva geografía del poder económico: un análisis global

La nueva geografía del poder económico: un análisis global

02/10/2025
Giovanni Medeiros
La nueva geografía del poder económico: un análisis global

En las últimas décadas, el equilibrio del poder económico global ha sufrido transformaciones profundas, dando paso a una configuración más diversa y competitiva. Países emergentes, nuevos bloques y rutas estratégicas redefinen las reglas del juego.

Emergencia de un orden multipolar

La hegemonía occidental, concentrada históricamente en Estados Unidos y Europa, se ve cuestionada por un bloque heterogéneo que busca mayor influencia en la gobernanza global. La reciente ampliación de los BRICS —con la adhesión de Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Indonesia e Irán— evidencia un impulso hacia un nuevo orden multipolar más equilibrado.

Este grupo reúne cerca de la mitad de la población mundial y concentra el 44,6% del PIB global (PPA). Desde reformas al FMI y al Banco Mundial hasta nuevas instituciones financieras, la demanda clave es una reforma de instituciones globales que integre de forma equitativa a África, América Latina y Asia.

Geoeconomía y rutas estratégicas

La geografía estratégica se redefine por corredores como el Canal de Suez, las rutas del Ártico o el Paso del Norte. El deshielo polar abre caminos más cortos en hasta un 40% para el tráfico Asia-Europa, y atrae inversiones en exploración de gas y petróleo.

Potencias como China y Rusia se disputan la región, desplegando bases, rompehielos y proyectos de la “Ruta Polar de la Seda”. El control de estas vías permite asegurar suministros y proyectar poder militar y comercial.

Poder duro y poder blando en modelos de desarrollo

En el escenario actual, el poder duro económico se ejerce mediante sanciones, aranceles y bloqueos financieros. Sin embargo, el poder blando —cultura, diplomacia y cooperación— complementa a la fuerza bruta.

El modelo chino autoritario y mercantil, conocido como “Consenso de Beijing”, ha triplicado el PIB nacional en tres décadas y atrae a gobiernos emergentes con infraestructura, créditos y acceso a mercados. Frente a ello, el “Consenso de Washington” sigue impulsando democracia y apertura económica, aunque con limitaciones en cobertura y eficacia en países en desarrollo.

Tecnología y recursos estratégicos

La soberanía tecnológica se convierte en la piedra angular de la nueva geografía del poder. Inteligencia artificial, automatización y digitalización impactan las cadenas de valor globales, optimizando procesos y reduciendo emisiones.

China lidera una revolución digital en cadenas, controlando más del 70% de los recursos de tierras raras y ampliando su influencia en sectores críticos como la fabricación de semiconductores. El acceso al agua, al litio y a minerales estratégicos será decisivo en la próxima década.

Fragmentación y riesgos geopolíticos

El tránsito hacia un orden post-estadounidense trae consigo un riesgo geopolítico creciente y diversificado. Conflictos en el Indo-Pacífico, tensiones en Europa del Este y la militarización del Ártico ilustran un entorno menos predecible y más fragmentado.

Impacto en cadenas de valor y comercio

La búsqueda de resiliencia lleva a empresas y gobiernos a implementar una desglobalización selectiva. Se prioriza la diversificación de proveedores, el nearshoring y la relocalización industrial para mitigar riesgos.

  • Deslocalización selectiva y nearshoring
  • Rediseño de proveedores críticos
  • Fomento de la transición ecológica y energética

Desafíos y oportunidades para África y Latinoamérica

América Latina y África reclaman un asiento en la mesa de decisiones globales, enfrentando retos de desigualdad, cohesión política y acceso a tecnología. Su demografía joven y sus recursos naturales los convierten en polos de atracción.

  • Ampliación de infraestructuras y conectividad
  • Alianzas con nuevos polos emergentes
  • Formación de talento en competencias digitales

Transición ecológica y seguridad energética

La urgencia climática impulsa una transición ecológica y energética que redefine las prioridades geoeconómicas. Inversiones en energías renovables, almacenamiento de energía y eficiencia marcan la agenda global, mientras se negocian nuevas cláusulas de suministro y protección del medio ambiente.

Conclusión y recomendaciones

La nueva geografía del poder económico exige instrumentos flexibles, cooperación multilateral y estrategias de diversificación. Gobiernos y empresas deben:

  • Fortalecer la diplomacia económica y las alianzas regionales.
  • Invertir en tecnología, formación y sostenibilidad.
  • Monitorear riesgos geopolíticos y ajustar cadenas de valor.

En este escenario complejo, la adaptabilidad y la visión a largo plazo serán clave para navegar con éxito el mapa económico global que se está reconfigurando.

Giovanni Medeiros

Sobre el Autor: Giovanni Medeiros

Giovanni Medeiros