Home
>
Economía Global
>
La Ruta de la Seda digital: redefiniendo el comercio global

La Ruta de la Seda digital: redefiniendo el comercio global

12/10/2025
Fabio Henrique
La Ruta de la Seda digital: redefiniendo el comercio global

La Ruta de la Seda digital (DSR) se ha convertido en el pilar tecnológico de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) de China. Su propósito es crear infraestructura y un ecosistema digital que reconfigure los flujos de comercio, datos y pagos a escala mundial. En un mundo cada vez más interconectado, esta estrategia sinocéntrica busca consolidar el liderazgo chino en tecnologías de la información y comunicación.

Al integrar satélites, redes 5G, centros de datos y plataformas de comercio electrónico, la DSR no solo refuerza la estructura física de la BRI, sino que también establece nuevos estándares de gobernanza digital. Analizar su evolución, alcance e impacto resulta esencial para comprender cómo China redefine las reglas del comercio global.

Orígenes e intención de la Ruta de la Seda digital

La BRI se lanzó en 2013 con la ambición de conectar Asia, Europa y África mediante rutas terrestres y marítimas. En 2015, Xi Jinping añadió explícitamente la "D" de digital, formalizando la DSR como extensión de la iniciativa original. Este gesto marcó el inicio de una fase orientada a impulsar la cooperación en infraestructuras de información y a internacionalizar los estándares tecnológicos chinos.

El objetivo declarado de la DSR comprende la construcción de ciudades inteligentes, el desarrollo de redes 5G y la explotación de big data e inteligencia artificial. Sin embargo, tras esta fachada cooperativa subyace la ambición estratégica de crear una red global sinocéntrica de TIC que permita a China liderar el comercio electrónico transfronterizo y moldear la gobernanza digital a escala planetaria.

Dimensión global y datos cuantitativos

Para finales de 2019, la BRI había sumado el compromiso de 136 países y 30 organizaciones internacionales, con acuerdos por 400.000 millones de dólares en infraestructuras y 90.000 millones de inversión china directa. Más de 100 proyectos activos cubren transporte, energía, telecomunicaciones y desarrollo urbano.

En 2016, la economía digital representaba el 31% del PIB chino y, en 2017, el e-commerce de China abarcaba el 42% del mercado global. Desde 2018, 201 empresas de transformación digital realizaron 1.334 inversiones exteriores en sectores como fintech, IoT industrial y entretenimiento; el 57% de estos flujos se vinculó directamente a la BRI.

Pilares de infraestructura digital

La solidez de la DSR descansa en varias capas de infraestructura que operan de forma integrada para garantizar el flujo continuo de datos y servicios digitales.

  • Cables submarinos y de fibra óptica, que transportan aproximadamente el 98% del tráfico intercontinental de datos.
  • Redes 4G/5G y equipamiento de telecomunicaciones liderados por Huawei y ZTE en más de 170 países.
  • Centros de datos y servicios cloud, con hubs estratégicos en Bruselas y otras ciudades clave de la BRI.
  • Sistemas de satélites y navegación Beidou como alternativa al GPS estadounidense.
  • Soluciones de smart cities con vigilancia inteligente y análisis de big data urbano.
  • Plataformas fintech y pagos digitales transfronterizos como Alipay y WeChat Pay.

Estas piezas integradas permiten no solo la transmisión de información, sino también la automatización y optimización de procesos comerciales y logísticos.

Ecosistema económico y logístico

La DSR favorece el surgimiento de plataformas de e-commerce y fintech que conectan pymes y consumidores con una eficiencia sin precedentes. Se han creado zonas de libre comercio digital para reducir barreras de entrada, fomentando la competitividad de pequeñas y medianas empresas en mercados lejanos.

  • Zonas de libre comercio digital en Ruanda y Etiopía ofreciendo hubs logísticos y servicios cloud.
  • Inversiones de Alibaba en Singapore Post, por 400 millones USD, para integrar la logística tradicional.
  • Conexión de pymes con consumidores mediante apps de transporte, edtech y servicios de remesas.

En el ámbito portuario, la DSR está digitalizando completamente los terminales mediante:

  • Plataformas de intercambio de datos que garantizan seguimiento en tiempo real.
  • Automatización aduanera que elimina documentos manuales y reduce errores.
  • Integración de trazabilidad con un repositorio centralizado de datos para conocimiento de embarque y cartas de crédito.

Transformación del comercio global

Un análisis del Banco Mundial sugiere que la BRI podría incrementar los flujos comerciales hasta en un 4,1%. Con reformas adicionales, esta cifra podría triplicarse. La mejora de la infraestructura y la gestión de corredores reduce los tiempos de envío entre un 1,2% y un 2,5%, y los costes comerciales totales entre un 1,1% y un 2,2%.

Para las economías BRI, los envíos internacionales pueden abaratarse hasta un 10,2% y acelerarse hasta un 11,9%, generando un impacto profundo en las cadenas globales de suministro. La DSR magnifica estos efectos al reducir fricciones de información y procesos, automatizar pagos y seguros transfronterizos y permitir la trazabilidad y logística en tiempo real.

Retos y consideraciones estratégicas

A pesar de sus beneficios, la DSR plantea dilemas geopolíticos y de gobernanza. Su modelo más cerrado con fuerte presencia estatal choca con propuestas de redes abiertas y transparentes. La exportación de sistemas de vigilancia y levantamiento de datos masivos genera interrogantes sobre privacidad y soberanía digital.

Además, la dependencia de tecnología y estándares chinos puede aumentar la vulnerabilidad de los países socios ante tensiones internacionales. La clave para maximizar sus ventajas radica en el diálogo multilateral, la armonización de regulaciones y el fomento de alianzas equilibradas entre estado, sector privado y sociedad civil.

En última instancia, la Ruta de la Seda digital representa una oportunidad histórica para remodelar el comercio global y la cooperación internacional en la era digital. Su éxito dependerá de la capacidad de las naciones para integrar esta ambiciosa iniciativa con principios de transparencia, inclusión y desarrollo sostenible.

Fabio Henrique

Sobre el Autor: Fabio Henrique

Fabio Henrique